miércoles, 2 de noviembre de 2011

Un nuevo amigo.

Vamos a confiar en él, corazón.
Se que tienes tus razones para tanta desconfianza. Que juntos hemos sufrido la desventura de la ilusión. Que los sueños terminan siendo una realidad distinta, y que el lagrimal de mis ojos se niega  a trabajar a doble turno, cuando el desasosiego convertido en pena asoma.
Que ya no siento las caricias, que mi piel tiene callos y callos porque la sombra de la duda, se ha convertido en armadura en verso.
Que mis oídos, no reconocen el susurro de las melódicas palabras prometiendo mundos de fantasía.
Que la soledad se ha instalado en el salón de mi mente, con ganas de quedarse por una larga temporada. Que mis sentidos han tomado las armas dispuesto a combatir, cualquier insuversivo síntoma de emocional sentimiento, y mis labios se niegan a besar príncipes que después se convierten en rana.
Pero siento que él es distinto, ha llegado despacio, acompañado de una brisa refrescante. Sin ganas de conquistar, solo compartir. Con la comprensión como único estandarte, respetando el reino de mis pensamientos, prefiriendo conocer mi alma antes que mi cama.

Demosle una oportunidad, corazón.
Porque siento que él, no es como aquel escurridizo deseo, ni un romántico de nombre capricho. Ni el astuto príncipe del país de los Adonis.
El es distinto, diferente, él es real.
Y te quiero de mi lado, te necesito de mi lado. Entregale la llave que abre las puertas de tu reino, dejalo pasar y descubrelo como lo he descubierto yo. Valoralo sin prisa, ni prejuicios que agolpen en ti desvariados argumentos.
Y verás como te vestirás de rítmicos latidos, y volverás a sentir aquello que un día sentiste, pero con un nombre nuevo, AMOR, que es como se llama este nuevo amigo que he conocido y que no desea, ser un viajero más surcando los mares de mis recuerdos.

La daga pensante.

4 comentarios:

  1. ¡Wow Mariam! Fascinado me quedo con este canto del alma que suena a diálogo con el corazón, un debate de sentimientos y sinceridad desnuda que deja sin aliento. Me ha encantado, probablemente una de tus narraciones que más me ha encandilado. Precioso, romántico, evocador, un susurro íntimo y cercano. Reconozco en cada línea la huella indeleble y ponzoñosa de la duda, la desconfianza y el recelo. Es una radiografía de la amistad que va surgiendo como un navío timorato que se adentrara en la niebla buscando la luz del sol. Me encanta la narrativa que se adentra en las complejas galaxias de la psique y las relaciones humanas. Fantástico. Ahora voy con el siguiente comentario...

    ResponderEliminar
  2. Me ha sonado este relato muy cercano, como una sombra conocida que me hubiera acompañado siempre y por costumbre, aceptado su compañía. Soy una persona compleja, nada convencional, lo admito, y me ha decepcionado, me decepciona la gente en numerosas ocasiones. Son cicatrices que uno va acumulando en el alma como si fuesen cartílagos adheridos ya a la osamenta. También yo he decepcionado a gente, no estuve a la altura en alguna ocasión, a veces la gente espera de ti más de lo que puedes dar, se hacen una idea errónea. No soy fácil de entender ni de leer, lo sé, sólo deseo ser aceptado tal y como soy, con mis defectos y virtudes. No confío demasiado en la gente, aunque soy sociable y conozco a mucha gente, en realidad pocos me conocen bien, pues desconfío, prefiero ser invisible, pasar desapercibido, demasiadas heridas en el camino. Temo las distancias cortas y me expando en la distancia, me siento más seguro. Demasiados golpes, demasiada pena arrastrada, me considero a veces como un gran fuego, que calienta y es admirable pero que abrasa si te acercas demasiado. Es triste sentirse así, desconfiado, siempre alerta, precavido y encerrado en uno mismo. Prefiero la alegría y las puertas abiertas, aunque a veces la sombra de la desconfianza, el recuerdo del refugio donde nada nos hiere es más grande e impenetrable que la calidez de un abrazo o la posibilidad de abrir el corazón para nutrirlo de esperanza y amor. Fantástico relato amiga. Saludos

    ResponderEliminar
  3. Me ha encantado tu comentario, siempre he dicho que estos engrandecen mis articulos. La contrariedad es la virtud del poeta, del pintor, del artista. Del que no escribe, conversa con sus pensamientos en un lenguaje que sale del alma, que rompe el silencio y ahoga la soledad del intelecto convirtiendolo en musa. Te entiendo porque solo un ser sensible como tú, puede sentir tantas emociones a la vez y expresarlas en un sentido tan lírico y excepcional. Grandiosos los comentarios, que me has dejado en este articulo. Mereces que, en este mi rincón, cree para tí un pedestal convertido en prosa. ¿Me permitirías que con humildes palabras, le hiciera un homenaje al ingenioso Victor Virgós?
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Me alegro que te gusten mis comentarios amiga, sólo son un reflejo de la emoción cuando leo y releo tus artículos, siempre tan bonitos e interesantes. Preciosa y romántica la foto de la mujer de espaldas con la rosa, adorable. Gracias por tus palabras, nunca sé como reaccionar ante el elogio, me halagas y te doy las gracias. ¿¿Un homenaje?? Como me dijiste tú una vez, eso no necesitas ni preguntarlo mi querida amiga, lo que tú hagas, bien hecho estará. Me honras con tu amistad y tu amabilidad. Por supuesto tienes mi permiso, es todo un detalle y un honor, no sé si merezco tal cosa, me sonrojan los halagos y estas distinciones... supongo que será por mi apego a las sombras, donde paso más desapercibido. Te considero ya mi amiga y me encantan estos momentos de relatos leídos y comentados. Un saludo

    ResponderEliminar