martes, 13 de diciembre de 2011

Reflejos.

Espejos, vivimos rodeados de espejos, convertidos en horas, días, calles, maestros, políticos, diseñadores, religión.
Somos la imagen difuminada de muchas imagenes, perdidas en una gama de ideas sin matices ni colores.
Ya no existe el yo, ni el pensamiento propio, solo reflejos en espejos que se disfrazan de actualidad y cotidianidad.
Ya no alumbra el sol, en su lugar, ha quedado un reflejado eco de luz.
La luna ha dejado de ser complice de los poetas, porque ahora la musa se llama Internet.
El romanticismo, vaga en hordas páginas virtuales al igual que el olor de las rosas.
No hay imagen, sino reflejos.

Todos hemos sido seducidos por el frío cristal, incapaces de escapar de este mundo rodeado de espejos, que nos atrapa y nos induce a ser igual que él, aquel, ellos.
Alejándonos de la propia conciencia, e invitándonos a devorar la vida y despreciar los años. Convirtiéndonos así, en inmerecidos amantes de lo bello. Porque hasta lo bello, se ha convertido en un efímero recuerdo para aquellos, que se aferran a ser distintos a la marabunda de seres mecánicos atrapados en espejos, que viven felices siendo igual que él, aquel, ellos.

La daga pensante.

8 comentarios:

  1. Preciosísima la foto, de la que emana a raudales, como un aroma de rosas primaverales, el romanticismo más puro, refinado y acaso anacrónico, siendo esto algo cada vez más en desuso, como las baterías de un planeta vacío y obsoleto. ¡Qué vestido más precioso! Me gusta esta concepción gélida de la imagen que reverbera en ese espejo translúcido, tan transparente como las intenciones vacuas y frívolas de esta sociedad abocada al consumismo y la superficialidad. Personalmente me quedo con esta damisela solitaria que opta por las excelencias de la naturaleza, aunque ello la deje al margen de un mundo que brilla con luces de neón y sueños hueros, inanes, pura mercancía de fruslerías. Siempre me negué, y sigo haciéndolo, aunque me quede solo o me cataloguen como "sujeto raro, atípico, o singular", me niego a ser uno más, como los demás, influido por las bagatelas y zarandajas de la vanidad y lo prescindible, de esta sociedad que se ha olvidado de que la verdadera belleza, lo único que merece la pena en esta vida es todo aquello que no se puede aprehender ni ver, ni tocar... la amistad, el amor, el cariño cómplice entre dos amigos que se desean bien y se profesan un amor puro y desinteresado, esté bien visto o no, que prospera por conductos inagotables de una energía invisible que no se puede comprar, que sólo se puede sentir, si uno tiene sentimientos aún en su corazón. Fantástico este artículo sobre la pérdida total de la identidad, la idiosincrasia de las gentes, los ideales, el óbito rotundo del ego personal para adoptar el ego social, el que está bien visto, el que se espera como previsible y habitual. ¡Qué bien describes esos reflejos, esos espejos! espejos donde la gente se funde olvidando su propio nombre. Me quedaré solo, sin duda, siempre he sido una persona bastante solitaria, pero soy feliz sabiendo quien soy. Me casé en una playa de Hawaii, aunque todo el mundo se casa en la iglesia de turno, Dios está en todas partes y también estaba allí, conmigo, seguro que él fue feliz ese día, porque yo lo fui entonces y lo soy ahora. Eso es lo que importa, lo demás es prensa rosa. Precios artículo Mariam.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. La foto es preciosa, invita a la reflexión de qué y por qué con el tiempo, nos vamos convirtiendo en reflejo de lo dictado. Jugando así, el triste papel de la moralidad.Comparto contigo el gusto y el placer de intentar sentirme libre, yo podría haberme dado el capricho de una fastuosa boda, pero decidí compartir ese momento con las personas que más quería, en total diez, ya que para mí sobraban las pompas y la especulación.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. UN relato real donde desmonta todos los sistemas de resortes poeticos..Enhorabuena


    un fuerte saludo

    fus

    ResponderEliminar
  4. La frialdad se esta apoderando de este mundo donde el ser humano ya solo se ha quedado con el nombre y con su aspecto reflejado en cada uno de nosotros. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. ¡Jolines mariam! Ahora me has hecho dudar. ¿Quién somos en realidad?,¿quién mira su reflejo en el espejo?,¿o acaso somos el reflejo de quién se mira, y solamente somos eso, un reflejo?.
    Me ha gustado mucho como siempre, eres fabulosa.
    Un abrazo muy fuerte y que pases unas ¡Muyyyy felices fiestas!

    ResponderEliminar
  6. Hola Fus, un resfriado me ha dejado en cama y no he podido contestar tu comentario. En este relato, intentaba, desnudar la verdad social que no es más que vivir bajo el dogma de la imitación.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. Gran verdad encierra tu comentario Sheol13, somos solo nombre y apellidos, porque caminamos por huellas pasadas sin intentar crear las nuestras.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  8. Segura estoy, amigo casareales, que tu no eres un reflejo de nadie, ya que en el poco tiempo que te conozco a través de tus escritos, he descubierto a un ser con imagen y personalidad propia.
    Un saludo.Yo tambien te deseo muy felices fiestas.

    ResponderEliminar