martes, 20 de diciembre de 2011

Un descuido, una esperanza.

Pedrito era un niño de seis años, nacido en Managua, Nicaragua. Cada mañana, sus inocentes ojos veían la luz del día a la misma hora, no porque el pequeño Pedrito tuviese un bonito y molesto despertador, sino porque sus inmaduras tripitas, le solían hacer un ruido gracioso producto de la poca ingesta de comida.
El pequeño, lo primero que hacia al despertarse era besar a su virgencita, pidiéndole que le diera mucha salud a su mamá, que estaba cuidando a un niño pequeñito como él allá en el norte. Después se aseaba su linda e infantil carita y corría al encuentro de su abuelita.
Su abuelita siempre recibía a Pedrito con un sonriente :
-Buenos días mi angelito, como ha dormido usted.
-Bien abuela, aunque tengo un poco de hambre, ¿tenemos algo para desayunar?.
-Si mi niño.- le respondía su dulce abuela, a la cual le gustaba sorprenderlo con algún humilde dulce casero.
Juntos se sentaban a la mesa, y también juntos le agradecían a Dios su existencia y los alimentos que comerían. Después la tierna abuela, le daba un beso al niño y este salía a entregarse a la mañana con una irregular realidad, y es que el pequeño, cada mañana se dirigía con su inocente y bella sonrisa a los vertederos donde recogía latas y algunos plásticos con los que ayudar a su longeva abuela.

Un día la fortuna sonrió al pequeño. Este revolviendo y rebuscando en la infecciosa y maloliente basura, encontró una cartera repleta de billetes verdes.
Al observar el descubrimiento, el pequeño Pedrito, salió corriendo como ángel que lleva el viento. Llegó a casa y con la fuerza provocada por la alegría y la adrenalina, empezó a gritar:
-Abuela, abuela, mira lo que encontré.
-¿Qué ocurre ángel mío?
-Abuela, he encontrado esta cartera repletita de dinero.
La abuela miró al niño, y con dulzura, cogió la cartera que Pedrito llevaba en las manos, y sin dudarlo le dijo con gesto serio:
-Ángel mio, este dinero no nos pertenece. No es de buen cristiano, tomar algo que no se ha ganado con el sudor de la frente, así que vamos a llevarla a la policía y que estos, se la devuelvan a su legitimo dueño.
Pedrito agarró la mano de su honrada abuela y juntos marcharon a la comisaría, donde dejaron a buen recaudo dicha cartera.
De regreso a casa, la abuelita, invitó a un helado al pequeño. Degustaban de la delicia helada, cuando de repente un camión saltó la mediana, impactando sobre el muro donde descansaba el niño.
Su abuelita gritaba desconsolada mientras algunos buenos samaritanos, lograron parar un coche y a la pronta carrera se dirigieron al hospital.
Yo terminaba mi turno de guardia en pediatría, cuando la policía, me hizo entrega de mi extraviada cartera encontrada por un niño.
-Casualmente, es este niño que acaba de entrar en la camilla, quien la ha encontrado.- Me dijo el policía con gesto de asombro.
Mis ojos se detuvieron en sus pequeños ojos sin apenas vida. Me volví a enfundar en mi bata medica y grité:
-¡A quirófano!.
Aquella mañana, de manera irónica, un niño cambió su vida a través de una bella y honrada acción. Hoy el pequeño Pedrito cumple ocho años, feliz en compañía de su dulce abuela, su mamita y de este médico despistado que entre su basura, dejó su cartera repleta de billetes verdes.

La daga pensante.

9 comentarios:

  1. Realmente tierna historia, la del "pequeñajo" Pedrito, una historia bien contada, bonita y que se clava en el corazón, por su hondo calado humano. Además, muy apropiado para estas fechas, un acto de generosidad exento de usura y codicia, dominado por la justicia y la razón, con esa imagen de la abuela aleccionadora cultivada en los dogmas, cada vez más extintos, del buen juicio, la solidaridad y la devoción al precepto de lo correcto, lo justo y lo que es de buen cristiano: no usurpar, devolver lo que no te pertenece. Fantástico mensaje, que debiera ser como un céfiro que removiera las conciencias de esta sociedad nuestra tan devastada por la ambición, la usura y la zancadilla: "para pasar yo primero y si te levantas, otra zancadilla, así voy ganándote ventaja". El texto está tallado en un lenguaje cotidiano y sencillo, que no precisa de mayores ornatos, pues en esta ocasión lo que importa, más que las volutas decorativas, es el mensaje, que sea nítido, claro e inequívoco, así que en mi opinión, está genial, un relato conmovedor que nos hace confiar en que hay gente por ahí fuera que puede ser feliz con lo poco que tiene, que no ambiciona lo que no es suyo, que no pone la zancadilla para que caigas primero. Uno relato sobre la posibilidad de ser amable con el desconocido y regalarle tu generosidad aunque él, acaso, no retorne el mismo tratamiento, la acción es lo que cuenta y la acción pergeñada es de naturaleza emotiva y gloriosa. ¡Muy bonito! Aprovecho para desearte una pronta recuperación de tu constipado. ¿Qué tal estás? Gracias por tu comentario amable en mi artículo navideño, donde tienes tu papelito, como no podía ser de otro modo. Tengo algunos relatos en mente, hirviendo, en plena ebullición. Espero contar con tu interesante colaboración para alguno de ellos, ya que es una experiencia muy emocionante, entretenida y un reto, fusionar ambas disciplinas literarias. Saludos

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  2. La vida estas llena de imprevistos y el destino mueve los hilos a su real antojo. Una historia humana y bella que nos recuerda que la honradez no solo es sinónimo de tonto. Me ha gustado mucho, te deseo felices fiestas y te regalo mi abrazo.

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  3. Como siempre amigo Victor, encuentro en ti la solidaridad y la sensibilidad de un ser honesto, y que logra ver en mis escritos la verdad desnuda.
    Sabes que siempre puedes contar conmigo para cualquier proyecto, ya que colaborar contigo es una experiencia en positivo.
    Gracias por el papelito en el precioso relato navideño que nos has regalado, y con el que disfruté muchisimo.
    Un saludo.

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  4. Cierto es amigo sheol13 que el destino mueve los hilos a su real antojo( profunda expresión). Hoy en dia el ser honrado, no es una meta a conseguir, pero quedan personas que aún luchando con las vicisitudes de la vida, mantienen limpia su alma.
    Yo tambien te mando un fortisimo abrazo, y que el nuevo año te sorprenda con cosas bonitas.
    Un saludo.

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  5. Cuenta con ello, amiga. Ya escribiremos más relatos juntos, prometido. Me alegro que te gustara el relato navideño, donde estáis personas a quienes aprecio de corazón. Gracias por tus amables palabras para conmigo en todo momento. Te deseo feliz Navidad y que el año que llega te traiga sólo momentos maravillosos. Saludos

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  6. Ojala y que este tipo de historias ocurriesen a diario, no es nada agradable, mas aún en estas fechas, recordar a esos niños que lo están pasando francamente mal.
    Que pase un estupenda Navidad junto a todos tus seres queridos. Un beso navideño Mariam.

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  7. Dios escribe recto con renglones torcidos por lo que es de considerar que, enla vida, no existe más casualidad que la que prov oca que nuestros pasos se alternen entre el pie izquierdo y el derecho. Cada cual hace su camino y cada camino se imbrica con el del vecino paraformar una cuidadosa maraña de caminos que en ordenado caos hace que interaccionemos de la forma más inesperada.

    Un relato típico de lo que es la vida, sorpresa y solución de continuidad.

    Feliz navidad y recibe mi más afectuoso saludo.

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  8. Es una pena casareales, que la ilusión navideña, no llegue a todos los niños del mundo. Más aún cuando la inocencia de la infancia es lo más bello que tenemos.
    Yo tambien te mando un fortisimo beso navideño, y que disfrutes estas navidades en compañia de todos tus seres queridos.
    Un saludo.

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  9. Profunda frase CSPeinado, la de "Dios escribe recto con renglones torcidos", ya que hay historias reales o sacadas de la imaginación, donde el por qué tiene lugar y el destino es ironico.
    Un saludo y feliz navidad.

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