lunes, 9 de enero de 2012

Deshojar de fantasías.

Como me gustaría naufragar en tu mirada, perderme en el encanto de tus palabras y despertar en la isla donde habitan tus pensamientos.
Cuanto deseo besar tu aroma y fundirme en el ocaso de tu sombra.
Sentir y que sientas los sinfónicos latidos de mi corazón, atraparte en un te quiero y hacerte prisionero de mis versos.
Dibujarte en una caricia y retardar el tiempo, para disfrutar de cada instante, cada momento.
Como deseo hacerte mio y enmarcar el recuerdo, despojarme de esta soledad que me acompaña, fiel escudera de mis fracasos y desaciertos.

Te espero, te anhelo, siento que estas cerca, sintiendo mis pensamientos.
Dispuesto a habitar mi melancólica vida y dar rienda al frenesí de mis deshojados anhelos.
Como deseo caballero andante, ilusión perdida, que encuentres el camino del laberíntico enigma que conduce a mi encuentro y naufragar en tu mirada, en el encanto de tus palabras y vivir con la desilusión vacía, en la isla donde habitan tus pensamientos.

La daga pensante.

4 comentarios:

  1. ¡Wow! nuevamente has vuelto a hacerlo, soy víctima del influjo de tus versos, palabras y líneas magistrales, que te convierten en cisne navegando por un lago de nenúfares, donde sus pétalos generosos se tornan palabras ornamentadas. Preciosa narración, otra de mis favoritas. Me encanta esto de la isla donde habitan los pensamientos. Un relato audaz y romántico, que nos presenta a esa mujer enamorada que trata de llegar a su amado por medio de laberínticos caminos inextricables. Él tal vez presiente o columbra la tenue luz que alumbra un sendero, pero es un camino legamoso y umbrío, lleno de incertidumbres y peligros, y camina con mucho tiento, para no trastabillar o despeñarse por un risco o una negrura sin retorno. Así es la vida en multitud de ocasiones, una caverna lóbrega con multitud de claroscuros. Me gusta mucho como abordas esa insinuación cifrada, enigmática, esa mujer enviando señales codificadas, y ese amante lejano y querido, que tal vez columbra y presiente, pero se mantiene ausente, precavido, acaso herido, afligido, acobardado... uno se pregunta qué habrá en su mente... tal vez un anhelo poderoso de retener lo conseguido, acaso acostumbrado a la pérdida y al dolor. Me gustan este tipo de historias, de fuerte carga emocional, donde a veces lo anhelado se presiente cercano pero es inalcanzable por múltiples motivos. Caminamos muchas veces sobre un hilo demasiado fino, como el funambulista, y tan solo tratamos de mantener el equilibrio, de no volver a caer al vacío. A veces es tan difícil mantener el equilibrio. Me ha gustado esto del ocaso de la sombra, sin duda parte de mi naturaleza claroscura, que se torna optimista, jovial, alegre y feliz pero es constantemente asaltada por negruras del pasado y una esencia bipolar empeñada en contradecirme y mostrarme aspectos de mi mismo que me inducen a la melancolía. Todos tenemos eso, creo yo, esa zona oscura que nos tienta e invoca, pero sabemos que nada bueno puede salir de ello. Hay mucho de esto en este fantástico relato, esa lucha por la conquista y el conquistado, si acaso columbra la intención, recula, despliega sus baluartes, acaso para eludir caer despeñado, deslizar de una manera fatal por ese alambre de funambulista. ¡Fantástico amiga Mariam! En breve te enviaré nuestro siguiente relato compartido... ¿te apetece amiga? Ya están listas las primeras pinceladas. Te necesito para completar mi parte, te espero para una nueva travesía literaria, otro reto más, ya que disfruté mucho compartiendo "La novia de la penumbra". Si alguna vez te apetece podemos hacer justo al contrario, es una idea. Tú comienzas algo y yo lo continúo. De un modo u otro siempre será fascinante y por mí estaría genial igualmente. Te doy la opción. Saludos amiga y gracias por este fantástico relato.

    ResponderEliminar
  2. Sigo con el relato, la fotografía fantástica, además muy bien elegida, ese rostro tras la cortina y ella apoyada, en actitud beatífica y feliz, acostada contra su pecho, separada por el cortinaje, una capa liviana y fina pero al mismo tiempo inexorable. La mujer parece ensoñadora, serena, dulce, esperanzada, amarrada a ese amor cercano y distante. Incluso él parece querer traspasar ese marco liviano, aunque se mantiene tras la moldura, conocedor de los riesgos de saltar al otro lado. Un relato bellísimo que además resulta plausible por su veracidad cotidiana. Está en nuestra naturaleza y jamás dejaremos de soñar con las estrellas aunque sepamos que son inalcanzables, aún así seguiremos cada noche observándolas, hechizados con su fulgor, no podemos tenerla pero nada nos impedirá jamás venerarlas, y ellas tampoco pueden apartarse de nuestro lado, jamás dejarán de asomarse a nuestra ventana, por grnade que sea la distancia. Saludos amiga, ¡muy requetebonito! poniéndome más llano ahora....

    ResponderEliminar
  3. Ansiosa espero ese nuevo reto literario, ya que compartir letras contigo, es para mi todo un placer. De nuevo y aun a riesgo de volverme repetitiva, te agradezco tan generoso comentario. Eres una persona de gran generosidad emocional, capaz de entender hasta el significado intencionado de alguna coma, que muchos suelen pasar por alto. Disfrutas leyendo, entendiendo los sentimientos de aquellos que con palabras intentan dibujar una historia, como yo. Engrandeciendo con cinceladas palabras los matices de la narrativa.
    Creeme amigo Victor, que te has convertido con el paso firme de nuestra amistad, en la palabra acertada, sin la cual esta admirada discipula no ve completa su obra.
    Un saludo y dentro de poco esta mente inquieta, mandará a uno de sus personajes a visitar a Morgana en el reino de sirenas in love.

    ResponderEliminar
  4. Las puertas de mi blog, mis sirenas in love, y mi Morgana, mi personaje predilecto como bien sabes, encarnado por mi musa, Milena Velba, estarán encantados de recibir tan grata visita. Saludos amiga

    ResponderEliminar