jueves, 26 de enero de 2012

El compositor sin musa.

El aroma embriagador de la nostalgia, aderezaba el silencio de su habitación repleta de recuerdos.
Historias consumidas por el sediento deseo, de encontrar lo que tanto buscaba.
En la mesilla, un cigarrillo se transformaba en ceniza, y en sus manos, el sonido del viento convertido en melodía.
La arrogante musa, se negaba a entregar el deseoso instante en el que la imaginación ilumina al compositor poeta, transcribiendo al pentágrama vivencias pasadas.
La noche transcurre y los recuerdos golpean en su memoria, lacerando la fina capa que encierra la desesperación.
Su mirada se volvió obsesa, intentando descifrar en la inmensidad de la noche el por qué de tanta letanía.
Sus manos acariciaban en forma de ruego cada tecla del sediento saxofón, que esperaba el  soplo del pasado convertido en armonía.

Las celestes luces de un manto de estrellas acechan, espectantes del instante en el que la caprichosa musa, se entregara al lienzo del pentágrama.
Un suspiro, un profundo suspiro, hizo eco al destino escrito. Y el músico, dibujó en corcheas, el instante iluminado de una historia que él jamás vivió.
En la noche ya no yacía el silencio que adormecía al talento y acallaba al saxo.
En la noche, el recuerdo se diluía, invitado erróneo de la composición.
En la noche, reinaba la armonía, la melodía, cuerpo y sombra de un blues, que derrochaba pasión y el manto de estrellas que acechaba, ahora sonreía en clave de sol.
Porque no es en el recuerdo donde está el acierto, sino en la fugaz y furtiva imaginación.

La daga pensante.

4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho este relato, amiga mía. Precisamente pensaba comentarte en alguna ocasión, sugerir, no comentar, algo. Te mueves de maravilla en la poesía, y particularmente, es en este estilo donde yo disfruto más leyéndote, la verdad. Ahí alcanzas tu cénit. Sin embargo, creo que sería para ti edificante y constructivo retarte a ti misma en estilos diferentes, buscar tu versatilidad, como ya has hecho antes con otros relatos. Conocer tus límites, hasta donde puedes llegar, cómo te desenvuelves. Me gusta mucho más la Maríam poetísa, pero creo que surgiría en ti una escritora mucho más completa si a la poesía le añadiésemos un ingrediente de prosa tan sublime como el otro estilo más lírico. En definitiva, seguir regalándonos tu poesía y de vez en cuando bucear en la prosa, como este fantástico "El compositor sin su musa". Ya sabes que yo todo te lo digo con sinceridad y con mi mejor intención, es una apreciación que se me ocurrió compartir contigo. Voy al análisis de este nuevo trabajo.

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  2. Me encanta la música de todo tipo. Encuentro muy romántico el piano y el saxofón. Evoco aún la melodía progidiosa de Steve Norman al saxo de una banda que me encanta y siempre me encantó, Spandau Ballet... ¡aquellos maravillosos años 80! el piano, el arpa... romance sonoro. Aquí vuelves a maravillarme con esta preciosa mezcla poética-prosa, nos presentas a este artista apasionado de su música, de su vida, su pasión, aunque la musa le niegue partituras y notas, le niegue el aplauso y el reconocimiento, ahí sigue él, sólo pero feliz, tranquilo, fumando en silencio y sin más compañía que su inseparable saxo. Me siento desde siempre atraído por los personajes: estrambóticos, solitarios, tristes, aciagos, diferentes, solitarios y locos que nadie entiende y viven un perpetuo sueño, causas perdidas, forajidos, desterrados... así es un poco este fantástico saxofonista. Le ruego a su musa le bendiga con talento y prodigio, y él sigue contumaz, aferrado a su saxo, aferrado a su vida y su pasión, aunque vengan sus días desprovistos de honores y laureles. Esto del arte, escribir, tallar, componer, es un viaje solitario e injusto, que no concede su gracia más que a unos pocos. Los demás, caemos por cunetas, abandonados y desconocidos. Sin embargo en mi mente no sueño con luces de neón, fama, reconocimiento... todo eso me abruma. Mi pasión es escribir y si con ello dejo una estela, un rastro de agradecimientos, bienvenidos sean. Seguiré con mi pluma igualmente, como este músico obsesivo con su saxo. Saludos amiga

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  3. Tienes razón amigo Victor, trabajaré en ello, ya que poco a poco voy encontrando mi estilo. Aunque como bien dices, debo viajar un poco más en el mundo de las letras. Para mi, tus comentarios siempre son constructivos, ya que aprendo de ellos y descubro cosas nuevas. Por eso, me siento tan satisfecha de que comentes mis textos.
    Un saludo.

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  4. Me alegro mucho de que aprendas y disfrutes con mis comentarios y consejos literarios. Ha sido bonito lo que comentas de nosotros, tus amigos literarios, Sheol, Casas, yo mismo, y es un placer compartir esta ventanita contigo. En cuanto al comentario de ese editor, celebro que te quedes con nosotros, aunque yo siempre te ayudaré o apoyaré en cualquier proyecto literario, aunque si dejaras de aparecer por aquí o Globedia sería una gran pérdida. Saludos

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