lunes, 13 de febrero de 2012

The mouse.

Una furtiva lágrima, se deslizaba por la mejilla de Pepe, mientras que con gesto nostálgico, extendía una solida lona sobre su torno para madera.
-Cuatro generaciones han vivido de esta carpintería- se repetía de forma mental, mientras paseaba con la vista cada palmo de la gran nave.
Cuatro generaciones que ven poner fin, de forma especial la herencia que me entregaron.
La crisis y alguna banal mala inversión, junto con la falta de mercado, constituyeron la formula por la cual la carpintería "Ibarra", ponía fin a su historia al sur de Tirso de Molina.
Pepe con paso cansado, termino de extender la pesada lona, para después recoger de la mesa de recepción un manojo de llaves. En su bolsillo, sólo habitaba un euro, y en su ego la derrota.
Se dirigió al bar de costumbre, en el cual, durante veinticinco rutinarios años, se había tomado su café sin azúcar, hablado del Madrid de sus amores y del orgullo de ser de Tirso de Molina.
-Hola Pepe, ¿lo de siempre?- preguntó el dueño del bar, y con voz consoladora, prosiguió.-Tranquilo amigo, de esta se sale.
-No lo se Manuel, no lo se. Hoy me ha llegado el ultimo aviso del banco, donde me reclaman el préstamo integro de la hipoteca. Y la carpintería solo me da perdidas.
-Pepe tu sabes que yo...
-Tranquilo amigo,- lo interrumpió Pepe -toma, cobrate que hoy no tengo el cuerpo para mucha fiesta.
-Dejalo Pepe, la casa invita.
Pepe con gesto serio sonrió y con voz pausada dijo:
-No me ofendas Manuel, cobrate. No me hagas sentir peor.
El dueño del bar esbozó una media mueca, imitando una sonrisa. Recogió de la barra el euro a la vez que veía alejarse al derrotado carpintero.
Pepe se detuvo delante de la puerta de su adosado. Tomó aire, saco de su bolsillo el manojo de llaves y entró en casa. Sobre la mesa, un sin fin de facturas a las cuales miró con gesto despreciativo, y sin detenerse en ellas, corrió directo al ordenador.
-Por lo menos no han cortado el Internet.-Se dijo a la vez que tecleaba su dirección de correo.
Llevaba ya un buen rato el madrileño, leyendo su correo, compuesto de propuestas de trabajo denegadas, publicidad y algún que otro mail de viejos amigos, cuando de repente su ordenador se quedó en blanco. Pepe con cara de estupor, observó su ordenador y golpeando la mesa gritó:
-¡Que pasa!
-No pasa nada, José Ibarra. ¿O le gusta más Pepe?. -Contestó una voz a través del ordenador, al unisono instante en el que en la pantalla aparecía un mouse como logo.

-¡Que es esto!¿Una broma?- preguntó el carpintero con cara de incredulidad, cerrando de un gesto su ordenador.
-Abre el ordenador Pepe y escucha. Tenemos una propuesta que hacerte.
El asombrado vecino de Tirso de Molina, asustado, volvió a abrir el ordenado y con voz serena dijo:
-Escucho.
-Esto no es una broma señor Ibarra, es real. Has sido seleccionado en un juego millonario.
-Venga hombre por Dios.-Interrumpió Pepe.
-Callese y escuche. Levantese y dirijase a la mesa del salón. Allí encontrará justo al lado del montón de facturas, un maletín de piel. Acerquelo al ordenador por favor.
Pepe, que no salia de su incredulidad corrió hacia el salón  donde encontró el maletín, y con voz alterada volvió a preguntar:
-¿Pero quienes sois?¿Como habéis entrado en mi casa?
-Eso no importa ahora. Centrese y escuche. Marque los siguientes dígitos para poder abrir el maletín, 0004.Verá  seis compartimentos y un séptimo en la parte superior. ¡Lo ve!- Gritó la voz.
-Si lo veo, siga.
- Los seis compartimentos contienen seiscientos mil euros, y el séptimo un revolver. El juego consta de seis etapas. El revolver tiene una bala, no  le seria difícil deducir que jugaremos a la ruleta rusa. En cada etapa superada, se abrirá un compartimento de forma automática. Si supera todas las etapas, sume usted. Si no supera la primera etapa, no dejará herencia, tiene treinta segundos para clickar en el mouse y comenzar el juego.
-Estáis locos- gritó el arruinado carpintero,-queréis que me juegue mi vida por dinero. Os devuelvo el maletín.
-Tienes mil razones, dos hijos y una mujer para aceptar Ibarra. Y solo una para decir que no. -argumento la voz, y tras una breve pausa prosiguió. -Como le dije, pasados treinta segundos acaba su oportunidad. Y quizás esta sea la única vez que tenga para que sus hijos no duerman en la calle. Treinta segundos y empezamos.
Pepe se levanto de su asiento, en su cara la desesperación era más que evidente. Por su mente surcaban miles de ideas como saetas, en un acto reflejo, visiono la cantidad dispuesta en el maletín y con gesto resoluto clickó.
-Bien señores, empieza el juego.
La pantalla del ordenador que hasta entonces permanecía con el logo del mouse, se cuadriculo en seis caras distintas. El arruinado carpintero, giró con rabia el tambor del revolver, apuntó a su sien y disparó, escuchando un click. Se había salvado.
Un compartimento del maletín se abrió de manera automática. El vecino de Tirso de Molina, no miro el dinero, volvió a girar el tambor y escuchó otro click. Dos etapas superadas.
Por su rostro corría un sudor frío, mientras la adrenalina enajenaba sus sentidos.
Otra vez volvió a girar el tambor y a escuchar otro nuevo click. Otro compartimento abierto.
Sus ojos cerrados al todo, se iluminaron al ver un rostro ensangrentado en la pantalla del ordenador. Conciencia furtiva del peligro que acechaba.
Pepe frunció el ceño, ya tenia ganado un millón ochocientos mil euros, debía seguir. Agarró la foto de sus hijos con rabia y volvió a girar el tambor, otro click y otro compartimento abierto.
-Dios esta de mi lado- pensó el carpintero.
Volvió a girar el tambor, a la vez que un grito desesperado irrumpió en la habitación.
-¿Que haces cariño?¿Que haces con esa arma? Sueltala.
-Vete Maite, vete y cierra la puerta.
La mujer se abalanzó en busca del revolver de manera desesperada, recibiendo un fuerte empujón por parte del ya kamikaze carpintero, que en un decisivo impulso se volvió a disparar. Otro click.
Pepe sonrió a carcajadas, mientras Maite, su mujer, asustada y con cara de estupor le rogaba.
-Pepe por dios que haces. No sigas. Estas loco. ¿Qué significan esas personas muertas que aparecen en la pantalla del ordenador?. Pepe escuchame, suelta el arma.
José Ibarra con temeridad y valor, producido por una elevada sobre dosis de adrenalina, se acercó a su esposa, besándole cada lágrima que corría por sus rojizas mejillas para después voltear sobre su eje, y sin girar esta vez el tambor, dispararse en la sien, escuchando el ultimo click.
-Bien señor Ibarra, ha ganado usted. Disfrute de su dinero.
El descendiente de cuatro generaciones de carpinteros, con la mirada perdida y el pulso tembloroso, levanto el revolver apunto al ordenador y disparó. Un fuerte ruido acompañado de un intenso olor a pólvora lleno la habitación, donde el ya no arruinado madrileño, reía enajenado abrazado a su esposa.
-Somo ricos, muy ricos cariño. Ya todo acabo. Al diablo con la crisis.
Alegría tras la tensión y el valor. Alegría tras la osadía y la adrenalina.

Mientras que a doscientos kilómetros de Tirso de Molina, una joven tendera decía adiós a sus ahorros y a los sueños de prosperar en la vida. Su cuenta en una web de trabajo, era su única salida. Visionaba la joven tendera aquellas propuestas enviadas, cuando de repente, la pantalla de su ordenador quedó en blanco.
-Que ha pasado?- se preguntó.
-Hola Elena ¿o te gusta más Lena?- Contestó una voz al unisono instante en el que aparecía el logo de un mouse.......

La daga pensante.

12 comentarios:

  1. Me descubro ante ti mariam. con ésta historia si que me has demostrado tu capacidad creativa y creo firmemente que tienes un gran futuro cómo escritora. La narraciñon adolece de cierto atranque y un poco de falta de viveza pero, vive Díos qu8e es ocurrente y que se ven unas enormes ganas de progresar.

    Es una historia muy ocurrente. La verdad es que la crisis da para mucho epro sabes mezclar magistralmente una trama real con giros inesperados que hacen estar apegados al texto hasta acbarlo. Reitero la rígidez del texto y supongo que es por tus ansias de perfección.

    Sé un poco más coloquial. Habla en voz alta mientras escribes, cómo si fuera una conversación normal y verás cómo le das mucha más viveza y dinamismo a tus escritos.

    Un saludazo.

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  2. Gracias Cspeinado por sus comentarios, que como le dije, no caerían en saco roto. Ya que gracias a ellos, al igual que el de todos los que me comentan, me hacen mejorar dia a dia, y regalarles nuevos y mejorados cuentos. Tomaré buena nota de los buenos consejos que me da, y prometo emplearlos en proximos escritos.
    Un saludo, de una agradecida amiga.

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  3. Muy interesante este retrato de la desesperación humana que nos aboca a abordar situaciones inimaginables, que siempre consideramos ajenas a nuestro mundo de estabilidad. Me gusta mucho cómo describes esa clausura definitiva con el legado familiar, a causa de algo tan ajeno e incontrolable como la crisis global. Este personaje esta atormentado y desesperado y no durará en libar las mieles más tentadoras vengan de donde vengan para sobrevivir al ocaso atroz de la crisis. La historia tiene un desenlace aterrador que narras francamente bien, con ritmo, bien hilvanada la trama. En mi opinión este relato sí está escrito en un tono totalmente cotidiano, coloquial y consuetudinario. Las situaciones y los diálogos las puede uno vivir en cualquier punto de la península ibérica, en cualquier lugar... la situación es reconocible para todos, es vecina, vieja amiga y confidente, si cabe...

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  4. Estoy de acuerdo con la estupenda crítica o comentario constructivo de Peinado, aunque disiento en lo de ser más coloquial. Este texto está plagado de eso precisamente, un estilo que a mí personalmente no me gusta, aunque me entretenga. Sin embargo, me parece un paso necesario para lograr versatilidad, convertirse en un escritor que sepa nadar en todos los océanos. Es una historia coloquial con diálogos muy pero que muy coloquiales, "a pie de calle" vaya. Es un estilo para mí bastante simple que se puede mejorar muchísimo con definiciones fotográficas de la escena, cosa que has hecho genial aquí, en cada escena, vemos a Pepe coger la pistola, sentimos la desesperación de su esposa, casi podemos ver el rostro de los extorsionadores que le azuzan a ser millonario por medio de asechanzas de vida o muerte nada menos... nos recuerda un poco a los participante s de la ruleta rusa, que se juegan la vida para poder ganar fortunas... llegan a ese punto en el que la vida les da igual, no tienen nada más que perder, solo la vida, que ya les da igual. Me agrada que te animes a estos retos literarios diversos. Logras entretener y enganchar con una historia cotidiana llevada a un juego macabro muy intenso, original e interesante. Me parece a veces muy dificil enlazar una escena con otra, cómo lograr que el lector siga la escena, qué hacer tras los diálogos, que lo veamos sin ver realmente... tú lo haces muy bien aquí: pepe cogiendo el revolver, mirando el dinero, la foto de sus hijos, vuelve a coger el revolver, un compartimento abierto.... en definitiva, lo que me refería: definir una fotografía que no vemos con palabras, de modo que una frase sencilla se engrandezca. Por tanto, muy entretenida y sales muy victoriosa en este estilo cotidiano y coloquial enfundado en un juego macabro. ESpero que no te hayas sentido molesta en ningún momento al mencionar este estilo coloquial o simple, pues es solo mi opinión, siempre argumentada con el mayor de los respetos. Un saludo Mariam.

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  5. Quizás no me expresé con claridad. Querñía decir que la historia en cierto punto es algo farragosa. Desde el punto de vista narrativo considero que si bien el trasfondo, la trama y el desarrollo es correcto, la forma de expresarlo atranca. No porque Mariam no sepa narrar, sino por su explicidad al hacerlo. En sí, con lo de un estilo más coloquial, quería decir más natural, más cómo cada cual habla. No me refería a la forma, sino al contenido. Espero haberme explicado mejor ésta vez.

    Un saludazo.

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  6. Gracias victor por tan grandioso comentario,se que siempre empiezo asi mis respuestas,pero es que no puedo encabezar las mismas sino es agradeciendote,tus pedagogicas y profundas reflexiones.Que sabes de sobra que no me molestan ,al contrario me hacen observar con detenimiento aquellos detalles que a veces ,como dice mi otro amigo cspeinado ,paso por alto intentando no salirme de la fina linea de la correccion literaria.
    Este relato ha significado todo un reto para mi,ya que en el voy un paso mas alla ,en busca de nuevas y mejoradas metas,que siento que conseguire con tus buenos y gratuitos consejos y de las personas que me leen.
    Un saludo.

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  7. Cada uno debe de encontrar su camino y transitarlo por el lado que más cómodo le parezca. Cada relato es una parte que emana de nuestro interior. De nada sirve engañarse e intentar escribir algo con lo qeu no estemos a gusto. Sólo de esa manera lograremos encauzar nuestras ansías y pariremos lo que de verdad queremos dar a luz, un texto acorde con nuestros intereses y en la creencia de que hacemos loq ue de verdad nos gusta.

    Tal y cómo has hecho con los últimos textos que has ido escribiendo.

    Un saludazo.

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  8. Mariam, es, desde mi punto de vista y desde que te estoy leyendo, tu mejor relato hasta ahora. Hasta podría sentir lo que sentía Pepe, como la adrenalina le subía por las venas y hasta el olor a pólvora. Eres una verdadera artista. Gracias por compartir tu arte con nosotros. Un abrazo.

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  9. ¡Plash!¡Plash!¡Plash!
    Mi mas sincero aplauso. Has tocado con maestría un teme candente en el que millones, y he dicho millones, de personas pudieran ser Pepe. Tal vez nuestra valentía a pesar de la desesperación no llegase hasta el final, pero estoy seguro que muchos apretaríamos el gatillo mas de una vez.
    Ando algo retrasado con tus relatos y es que el ordenador que ya está vejete se encontraba indispuesto estos días por lo que he tenido que llevarle ha hacerle un chequeo. En seguida me pongo al día.
    Un beso.

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  10. Gran verdad guarda este comentario Cspeinado.
    Un saludo.

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  11. Gracias a ti Sheol13 por leerme y dejarme este comentario, que me ha inyectado una gran dosis de motivación, para seguir escribiendo historias como esta.
    Un saludo.

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  12. Hola Casareales, ya empezaba a preocuparme en serio, pues no sabía nada de ti, aunque me daba verguenza enviarte un correo. De corazón te digo que me he preocupado. Ojalá el ordenador aguante un poquito más y no nos prive de tu buena compañía.
    La crisis es un tema duro, dificil de tratar. En esta historia, intenté llevar la realidad al extremo, ya que como bien sabes, puesto que eres un especialista en estos temas, cada mañana los politicos nos hacen jugar a la ruleta rusa sin recompensa a cambio.
    Un saludo.

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