martes, 7 de febrero de 2012

En cinco pasos II. "Jaque al rey".

Siete horas bastaban, para que Albert desatara un rosario de improperios hacia todas direcciones. El quejarse de su suerte, adormecía los agónicos suspiros de una vida que acaba.
En la soledad de su casa, el genial psicólogo, se despojaba de toda sabiduría aprendida, para convertirse en el más primario de los hombres.
En su diestra, un gran vaso de whisky escocés dispuesto a ser devorado de un trago y en la mente, el deseo de caer rendido ante el graduado alcohol.
Un eco sonoro salido del timbre de su puerta,  lo despertó de tan apetitoso deseo:
-¿Quién será el que a estas horas desea molestarme?- se preguntaba a modo de reflexión, mientras se dirigía a la puerta.
-Hola inspector. Está usted adquiriendo la molesta costumbre, de recordarme que sigo vivo.- Dijo esbozando una irónica sonrisa.
-Albert, siento molestarte a estas horas. Pero necesito hablar contigo. ¿Puedo pasar?
-Si amigo, total no tenía nada importante que hacer a las dos de la madrugada.- Respondió sarcásticamente el enfermo psicólogo, a la vez que cerraba la puerta y preguntaba.- Cuenteme, ¿que le trae de cabeza?.

El inspector dejó caer sus cansados noventa kilos, sobre un confortable sillón, a la vez que extraía de su maletín una carpeta azul.
-Hace meses, viejo amigo, que intentamos resolver un caso de asesinato múltiple, pero no podemos encontrar pauta en los crímenes, aunque pensamos que están relacionados el asesino no deja rastro viable para la ciencia forense.
El inspector, se inclinó dirección a la mesita donde esperaba aquel largo trago de whisky, y con rutinaria maestría, abrió en forma de abanico unas fotos.
-No es solo esta la razón que lo trae a mi hogar- comentó Albert mientras observaba, con psicológico detenimiento cada imagen impresa en el papel.
-Claro que no viejo amigo. La razón que me ha hecho venir, es que en el último escenario, el asesino, dejó un peón.
El rostro de Albert, enrojeció y de un titánico golpe, se elevó de su sillón, y con voz clarividente dijo:
-Dame la nota inspector.
-¡Como sabe que también dejo una nota!
-Que me des la nota te digo.- Gritó el enfermo psicólogo.
El asombrado policía, extrajo de la carpeta azul una nota plastificada, la cual Albert empezó a leer en alta voz.
"Caro amigo:
Cuanto tiempo hace que no jugamos a una partida de ajedrez. ¿Veinte años, quizás más?.
Te propongo un reto, juguemos, pero esta vez con piezas de verdad. Treinta y dos personas para ser exacto. Si me atrapas, evitarás sus muertes, sino, jaque y vuelvo a empezar.
No estoy loco, viejo amigo. Estoy iluminado.
Te equivocaste al expulsarme de tu lado, yo que te lo di todo. Mis años, mi mente, todo.
Ya va siendo hora de cobrar.
Y voy a cobrar con sangre, manchando tu prestigio".
Una fuerte tos, hizo que el psicólogo esputara una gran mancha de sangre sobre su pañuelo, y mirando al inspector, exclamó:
-¡Amigo mío, suerte con la investigación!

El cansado policía sonrió mientras depositaba lentamente, otra nota sobre la mesita. Albert, con asombrado gesto recogió la nota, leyendola en alta voz.
"Se que no aceptarás, no esperaba menos de ti, conozco tu psiquis egoísta. Pero que te parece si coronamos a tu hija Sintia, como la dama de este juego.
Ahora si que he captado tu atención, viejo enfermo."
Albert con estudiado gesto, volvió a depositar la nota en la mesita, y reclinando su cuerpo contra la pared.
Profetizando dijo:
-Donde estés te buscaré. A donde vayas, te seguiré. Y rezale a Dios o a lo que creas, Leonardo, que te encuentre la policía antes que yo. Porque el dolor, será placer comparado con lo que te haré sentir.
                                                  
                                                                      ...
                                                                Continuará.

La daga pensante.

6 comentarios:

  1. ¡Hola Mariam! ¡Qué prolífica estás últimamente! Me alegra mucho esta recurrencia literaria, ya que es un placer pasarme por aquí un ratito para comentar tus relatos, que me alegra tanto que te parezcan interesantes y te agraden. Me alegro que te hayas aventurado en este reto de prosa, que te hará crecer y potenciarte en toda tu dimensión. Además, escoges uno de los temas para mí con más jugo y juego, con más doble sentido e intencionalidad, las partidas de ajedrez, que para mí son como las decisiones que tomamos en la vida en una lucha contra el tiempo. Fantástica elección. Novela negra típica, me gusta mucho ese género. ¡Qué buena la imagen del tablero sanguinolento tan apropiada! Las fichas, como arredradas, arrumbadas ante la sangre, como espectadoras mudas de una desgracia acaecida a sus pies. ¡Qué bueno el detalle de la cinta policial, "No crucen la banda amarilla". Y esa fichita negra delante, que se me antoja un poco luciferina con su hábito oscuro, sólo le falta la guadaña. Parece desafiar al resto, sabedora de que nada puede herirla tras la banda, al otro lado de esa multitud asustada... Muy tétrica la figura dibujada en el tablero, recuerdo de una sádica muerte, el contorno de un cadáver aún caliente. Muy bien escenificado. La foto inferior es realmente interesante, dos rostros enfrentados, concentrados el uno en el otro, presintiéndose pero sin verse... podría ser una típica cabecera de una serie de investigación criminal. Y esa leyenda manuscrita en un lateral... como el historial de un diario atávico que debe encontrarse para resolver un caso endemoniado y enrevesado. (Prosigo...)

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  2. La historia es sumamente original y emocionante, ya estoy deseando leer la continuación. Es todo un reto psicológico escribir esto, pues hay que profundizar en la mente del inspector, del psicólogo, de los participantes de este juego agobiante y macabro, tan interesante, enrevesado y maléfico. Los personajes están genial, es fantástica la introducción de la nota con ese mensaje profético tan nefando para la desdichada Sintia, ¡qué precioso nombre! ¡Qué bien descrito este Álbert atribulado! Se me antoja un hombre triunfador en horas bajas, que conoció el éxito y el fracaso y es en esta última etapa donde está ahora, ahogando sus penas en alcohol... eso, y probablemente algún secreto que el inspector no conoce, que nadie más conoce y le vincula a este juego perverso con el escribano que le reta a un desafío maléfico, un juego de astucia entre dos mentes brillantes y alienadas. Sin duda se conocen y desprecian, unidos por quién sabe que historias lejanas, es un reto por tanto pospuesto por mucho tiempo que encuentra ahora su momento, una vieja partida que jamás concluyó. Un juego maléfico de "A ver lo listo que eres, a ver si puedes atraparme, a ver quién gana esta partida", "¡Hagámoslo más interesante e introduzcamos una nueva ficha, tu hija Sintia!". El autor de la nota deplora al psicólogo, esta lucha es personal, un ataque directo. Busca su humillación, dolor y destrucción. No le importa que sufra más gente, 32 personas nada menos. Juega a ser Dios, aunque se destruya el mundo a su alrededor, pretende llevar a cabo su venganza. Me encanta... estaré pendiente de la continuación. Saludos

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  3. No sabñia que tambien incursionabas en la novela negra. Algo que sólo es para gente muy diestra capaz de crear el ambiente agónico que éste tipo de relatos precisa. No deja de ser curioso que el juego de estrategia por antonomasia, el ajedrez, sea también uno de los ganchos más recurrentes y atractivos en las novelas de detectives, asesinos en serie y amantes en busca de esa respuesta que nunca llega... Esperaremos la continuación y el desenlace.

    Un saludazo.

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  4. Me encanta amigo Victor que comentes mis textos,logras despertar aun mas las ansias de escribir y dar vida a estos personajes que viven en mi cabeza.De corazon te agradezco este soplo de vitalidad,ritmo y sobre todo sabiduria literaria que me regalas a traves de tus sabios comentarios.
    El segundo capitulo ya esta en el horno listo para servir y espero que disfrutes con el,tanto como con este.
    Un saludo

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  5. Es mi imaginacion una atrevida Cspeinado,yo solo me dejo llevar.Soy una apasionada del ajedrez y sus estrategias,asi nacio esta historia,que tendra muchas sorpresas a lo largo de sus capitulos.
    Espero de todo corazon que disfrutes con ella.
    Un saludo

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  6. ¡Hola Mariam! bueno, insisto, un placer comentar tus fantásticos relatos, y si con ello te inspiro o te ayudo a crecer, a disfrutar de la lectura o de tu pasión por la narrativa, entonces merece la pena doblemente. Ya me pasaré por aquí cuando tenga un rato para saborear esa segunda parte. Un saludo

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